El finde del 15/16 de agosto Agustín, Faustino, Paulino, Pepe, Roberto y yo nos fuimos a Melgaço para hacer algún tramo del Miño.
En conjunto tuvimos mala suerte con el caudal, ya que lo pillamos con el ecológico, unos 25 m3/sec que nos hicieron remar como galeotes.
Ya no recuerdo bien el río y la carpeta de la cámara con las fotos del sábado no hay manera de encontrarla, seguro que se borró en algún despiste.
Pero así un poco por encima el sábado nos hicimos el tramo por encima del puente de Arbo. Varios puntos de juego en los que nos entretuvimos bastante rato y es que el agua caliente + los casi 38º de temperatura que teniamos invitaba a ello. Creo que el sitio en el que más quedamos se llamaba los 7 picos.
Por la noche Paulino nos preparó una degustación de albariño de la que más de uno salió arrastrandose. Menuda kriptonita para el domingo.
El domingo se nos unió Thomas, el astur-germano para hacer el tramo por debajo de Arbo. Los puntos de juego bastante separados y sobre todo unas remadas en agua tranquila matadoras. El paisaje con las pesqueiras muy bonitas pero esos kilometros de agua tranquilona... buf, si es que cuando soplaba un poco el viento casi navegabamos río arriba.
Mi vieja lesión del manguito de rotadores recobró vida ese día y aún me está dando guerra. No conozco los nombres de los tramos pero casi merece la pena ir directamente a uno de ellos en vez de remar todas esas tablas. El que más nos gustó recordaba un poco al chorro del porma pero a lo bestia, tanto que al principio no nos metiamos en el agujero, aunque poco a poco se le fue perdiendo el miedo y allí lo estuviemos pasando estupendamente hasta que nos dimos cuenta que aún quedaba mucho río y se acercaba la hora de cierre de la cocina en el restaurante en el que habiamos quedado para comer.
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